La pintura energética es algo que he conocido hace bien poco. La primera vez que lo oí hablar sobre el tema me llamó mucho la atención.
Es muy curioso cómo mediante unos pinceles, pintura y meditación es posible lograr resultados tan sorprendentes, y tuve recientemente el privilegio de conocer a Francisca Blázquez la pintora que lidera este tipo de pintura.
Ella lleva desde bien pequeña pintando toda clase de cuadros pero con el tiempo y cada vez con una mayor sensibilidad ha ido profundizando en aspectos cada vez más complejos sobre la representación del mundo en general.
Sus cuadros energéticos son una de esas complejidades que te trasladan a otra dimensión y en donde entras en contacto con algo muy pero que muy grande.
Su pintura es fascinante desde todos los puntos de vista. Desde su desarrollo técnico y cromático hasta la geometría de esa realidad que plasma en sus pinturas hacen de sus obras verdaderos portales hacia algo que nos sobrepasa pero que está ahí.
En su sitio web se puede leer más acerca de su biografía y de cómo fue formándose y adquiriendo diferentes estilos con los que representar todo eso que ella puede captar.
A través de sus meditaciones es capaz de representar mediante pinturas de colores, sensaciones, energías e ideas que literalmente hacen hablar a sus cuadros con quien los observa.
Todos sus cuadros son algo que está vivo y que se comunica con quien los observa. No todos ellos son de lectura fácil y no todos son para todo el mundo. Es posible que sintamos más afinidad hacia unos que hacia otros y todo depende del momento que estemos viviendo.
Lo que sí resulta muy llamativo es el tipo de personas que adquieren este tipo de pinturas. Podría ponerse en cuestión si todo lo que se explicaba antes es cierto o no. Podría ser una interpretación muy subjetiva del mundo y con una realidad que puede serlo sólo para alguna persona de manera aislada.
Pero cuando conoces que las personas que tienen este tipo de obras son siempre personas de éxito, personas a las que les van muy bien las cosas desde el punto de vista de sus negocios, familia, éxito social, y triunfo en general, eso hace pensar si en realidad esas personas que tienen ese modo de ver la vida más avanzado que el resto, no estarán captando a través de sus cuadros, parte de esas realidades que nos parecen tan ininteligibles.
Y también es muy llamativo el lugar dónde están esas obras. Hay una gran mayoría de estas obras que se aparecen en centros de negocio, grandes despachos de empresas importantes, salas de reuniones de centros diplomáticos, fundaciones, asociaciones, clubs y lugares en donde siempre están confluyendo tanto relaciones humanas como la construcción de nuevas relaciones y colaboraciones entre personas y organizaciones.
La pintura energética dinamiza espacios y equilibra las energías de un lugar.
Influye sobre quien lo observa de manera muy positiva ofreciéndole puntos de vista que hasta el momento no se había planteado. Estas pinturas mejoran a las personas que tienen cerca y según el tipo de cuadro permitirán a estas personas crecer en un sentido u otro.
Francisca Blázquez ha sido llamada en varias ocasiones la pintora de la paz para unos o la pintora de la energía para otros.
Se trata de una persona con un talento especial para captar realidades que escapan a la mayoría pero que están ahí. Ella es capaz de visionar esas realidades y plasmarlas en un lienzo a través de la pintura.
Sus cuadros energéticos irradian una fuerza y energías que no son de este mundo y transforman los entornos de manera tangible.
Estos cuadros situados en una sala armoniza y recarga el lugar irradiándolo con una energía única que corresponde al tipo de pintura.
En el hogar unos cuadros son más adecuados para ocupar el espacio en donde se descansa y otros lo serán para situarse en áreas de trabajo, y también de reunión familiar. Cada cuadro tiene una función.
Sorprende esta clase de lienzos por su expresividad y estados emotivos que sitúan a la persona en un plano especial y de conciencia propio, cuadros que trabajan en todo momento, mientras estudiamos, dormimos o bien trabajamos o meditamos.
Es lo más parecido a realizar un viaje pero sin moverse y es algo tan nuevo y a la vez tan antiguo que estamos en estos temas dando ahora los primeros pasos.
Han sido muchísimas las exposiciones en donde se ha mostrado la obra de Francisca Blázquez. Sus cuadros son siempre únicos e irrepetibles. Algunos están expuestos en salas de arte y museos.
Lo mejor es que esta persona sigue pintando de manera constante toda clase de lienzos nuevos y de temáticas de lo más variado, y es un privilegio poder acceder a esta clase de obras de una autora de esta categoría y en vida.
Estos días hay una «exposición» de algunos de estos cuadros en el Club Alma Sensai en Madrid que se ha ampliado hasta el sábado 15 de diciembre de 2018.
Es necesario realizar reserva para visitar la exposición en donde la propia autora de estas pinturas Francisca Blázquez estará encantada de mostrar y explicar a los asistentes sus últimas obras disponibles.